Santiago Pérez naceu en A Coruña, procede de Touro e ocupa a praza xunto a D. Bernardino Villaverde.
¿Nos puedes hablar un poco sobre tu vida?
Nací en A Coruña hace 34 años (ya tengo canas). Yo era de los que iban al estadio de Riazor cuando aún el Superdepor estaba en segunda y casi toda A Coruña era del Real Madrid, je je. Me ordené sacerdote en 1998. Tengo un hermano, una cuñada y un sobrino guapísimo, aunque sólo tiene año y medio, así que aun no está disponible para casar (ja ja ja). Y aterrizo en Arzúa con mucha ilusión.
¿Cómo y cuándo te das cuenta que quieres ser Sacerdote?
Cuando estudiaba en el instituto y me planteaba mi futuro, tenía en mente estudiar algo con lo que poder ayudar a la gente, pero la medicina no iba conmigo. Me inclinaba a profesor de instituto de latín, pero también tenía en la cabeza... "y sacerdote ¿por qué no?"
Yo estaba en mi parroquia en el grupo de postconfirmación (éramos unos 40) y en el sacramento de la penitencia (que conocemos como confesión) yo encontraba a alguien que me decía que me quería tal como era, que me daba ánimos para volver a empezar de nuevo, que a pesar de mis defectos, podía más el amor que me tenía. Y me dije: "si a mí me ayuda tanto la confesión, ¿por qué no ser sarcerdote para poder ayudar también a otros con la confesión también?
Además, teníamos un sacerdote que estaba mucho con los jóvenes y, creo, era referencia para todos nosotros.
¿Qué le dirías a las personas que, ante los problemas que cada día arrasan el mundo, se encuentran desencantadas y están perdiendo la Fe?
Me da la impresión de que mucha gente está desencantada con la vida porque no tiene un sentido en su vida y busca su felicidad considerando que todo lo demás tiene que girar alrededor de uno mismo, como poniéndose uno mismo en el centro del mundo. En cambio, uno encuentra felicidad cuando se da a los demás, cuando ama "hacia afuera". Esto es lo que vemos, por ejemplo, en Jesús. Y si perdemos la fe es muchas veces porque no buscamos formar la fe: si alguien quiere ser un buen futbolista, tendrá que entrenar mucho, cuidar la línea... Para tener fe, habrá que cultivarla. La parroquia es el lugar ideal para cultivar la fe.
A toda esa gente desencantada le diría: ven a la parroquia, prueba a vivir la fe para entenderla. Y yo me ofrezco para ayudar a quien sea (esa es mi labor de párroco).
¿Cómo está siendo la incorporación a la Parroquia? Los vecinos, los diferentes grupos y la feligresía…
Bueno, estoy asombradísimo de la buena acogida que estoy teniendo (ojalá dure). Mucha gente ya me conocía y me felicitan. Radio Arzúa, vosotros... os interesáis por mí. Y sé que no es una alegría porque viene Santi, sino porque viene un párroco nuevo (sea quien sea). Estoy muy contento.
¿Cuáles son los proyectos a corto plazo en Arzúa? Y a largo plazo…
Este primer año quiero conocer la parroquia y meterme a fondo en la catequesis. También atenderé otras dos parroquias: Pantiñobre y una más que aún está por determinar. Pero quiero hacer actividades con niños y jóvenes para poder compartir juntos la fe. La fe no es para gente mayor, es para todos. Me gustaría contar como aliados a los niños y jóvenes de la parroquia. También me gustaría conocer sus familias. Y a largo plazo... ya veremos.
¿Qué te han enseñado los niños?
En todas las parroquias en las que estuve, donde me sentía mejor era con los niños. Porque de un niño se aprende generosidad y sinceridad. Ahí tenéis un papel muy importante: sois escuela para los mayores, los mayores deberían aprender más de vosotros.
Por último, ¿Nos podrías dejar un mensaje final?
Pues nada, que quiero sentirme un arzuano más. Os pido paciencia porque me equivocaré muchas veces. Los que tenéis fe, os pido que recéis por mí. Los que no tenéis fe, os pido también apoyo, como dijo el Señor a los discípulos de Juan Bautista: "venid y veréis". Uno puede ser muy muy muy feliz y la fe ayuda muchísimo.
Gracias por interesaros por mí.
Saludos a todos.
Muchas gracias y Bienvenido...
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